Las lesiones de espalda son todas aquellas lesiones que afectan a las partes blandas (músculos, ligamentos, tendones o discos intervertebrales) o a los huesos desde el cuello hasta la pelvis. Dependiendo de dónde esté el daño, tendremos lesiones estructurales (como las hernias discales o las fracturas) o en toda una zona (cervicalgias, dorsalgias, lumbalgias). También se pueden clasificar en agudas o crónicas, dependiendo de cuánto duren. Serán agudas si duran como mucho 6 semanas o crónicas si las sufrimos durante más tiempo.
Los síntomas más habituales son:
Dolor en la zona afecta
Dolor de cabeza: suele ocasionarlo un exceso de tensión en la musculatura del cuello, hombros o, incluso, en la mandíbula.
Mareos: al igual que con los dolores de cabeza, la excesiva tensión de la musculatura de cuello y mandíbula puede provocar mareos.
Acúfenos: es la palabra técnica para denominar a los pitidos en el oído. ¿Los has sufrido alguna vez? En muchas ocasiones el problema no viene del oído, si no de una musculatura muy tensa.
Parestesias: si notas alguna zona con falta de sensibilidad, sobre todo en brazos y piernas, puede que el problema venga de tu espalda. Puede ser una hernia, pero también hay algunos músculos que provocan esta sensación.
Irradiación del dolor: es habitual pensar que donde esté el dolor es donde está la lesión. Desafortunadamente, no suele ser así, ya que la gran mayoría de músculos proyectan su dolor hacia otras zonas del cuerpo. El ejemplo más claro, los dolores de cabeza. A esto se le llama síndrome del dolor miofascial y en nuestro centro contamos con una fisioterapeuta formada que puede valorar y tratar vuestro caso.
Pérdida de fuerza: ya sea por una lesión en el disco intervertebral o por una sobrecarga en la musculatura, no es raro encontrar pacientes en consulta que refieran pérdida de fuerza.
Este tipo de lesiones son muy habituales por los malos hábitos posturales y la falta de ejercicio físico.